Hola a todo el mundo!!!
La crisis de las onl con las que trabajo no es que corra... galopa. Os podréis imaginar la situación, reducción de puestos de trabajo, reducción de servicios y de la calidad de los que quedan y como no se vislumbran esos nubarrones lejanos que se llaman "denuncias por despido improcendente".
No voy a entrar en el tema de los despidos en las onl porque los que la dirigen son personas como cualquier otras, y en la casuística ancha es Castilla.
Lo que si quiero comentar hoy son esas ranuras que quedan cando la puesta no está cerrada del todo y dejan pasar luz. ¿a qué me refiero con este símil sobreelaborado? Pues que en las condiciones más penosas se pueden ver signos de optimismo. Ojo, no me refiero a salidas o a soluciones, pero sí a situaciones que devuelven la fe en la humanidad y que ayudan a que al día siguiente uno se levante un poco más animado (parafraseando a Van Gaal: "Siempre positivo").
Ayer, en una reunión de una ONL hubo una reunión de gabinete de crisis, la situación económica es muy grave y necesita tomas de decisiones urgentes. Curiosamente la decisión de continuar abiertos o cerrados no está sobre la mesa, nos centramos en ¿cómo queremos tratar al personal de la asociación ahora que tenemos que prescindir de él? Podemos tomar dos decisiones, o ceñirnos a lo más estrictamente legal o actuar en consecuencia con los valores que se supone son la base de esta organización.
¿La respuesta? unánime, la segunda, y eso implicó decisiones muy fuertes que no solo comprometen el futuro de la asociación a corto plazo, hablamos de recursos personales de los responsables de la organización. Cualquier persona ajena a la entidad que estuviera presente no daría crédito a lo que estaba ocurriendo, el proceso de exposición de la situación, de planteamientos, análisis y resolución fueron espectaculares... una responsabilidad y consecuencia que devuelven, por lo menos en mi caso, mi poco a poco denostada fe en el ser humano.
En general es muy fácil tomar decisiones duras cuando la situación es grave y decir que no queda otra opción... pero poner sobre la mesa esa opción mirarla y decir (figuradamente) "tenemos que ser horados con la organización, con las personas que están en ellas y con nosotros mismos" y tirar para delante es de mucha calidad humana.
Hoy me puedo levantar a trabajar pudiendo mirar los ojos de los que sufren las consecuencias de la crisis de esta onl y decirles: la situación es grave, muy grave... pero como como podéis ver, el apoyo que dicen dar es cierto y así lo transmiten.
Buff... ver humanidad y honradez juntas en el mismo caso no abunda mucho... sobre todo cuando los costes son tan duros.
Pero creo que hoy hemos dormido todos un poco más tranquilos con nuestras conciencias... que no se nos olvide que eso es la base de todo, poder mirarnos al espejo viendo detrás el camino andado con la conciencia tranquila.
un esperanzado saludo
Sean MacGregor
La crisis de las onl con las que trabajo no es que corra... galopa. Os podréis imaginar la situación, reducción de puestos de trabajo, reducción de servicios y de la calidad de los que quedan y como no se vislumbran esos nubarrones lejanos que se llaman "denuncias por despido improcendente".
No voy a entrar en el tema de los despidos en las onl porque los que la dirigen son personas como cualquier otras, y en la casuística ancha es Castilla.
Lo que si quiero comentar hoy son esas ranuras que quedan cando la puesta no está cerrada del todo y dejan pasar luz. ¿a qué me refiero con este símil sobreelaborado? Pues que en las condiciones más penosas se pueden ver signos de optimismo. Ojo, no me refiero a salidas o a soluciones, pero sí a situaciones que devuelven la fe en la humanidad y que ayudan a que al día siguiente uno se levante un poco más animado (parafraseando a Van Gaal: "Siempre positivo").
Ayer, en una reunión de una ONL hubo una reunión de gabinete de crisis, la situación económica es muy grave y necesita tomas de decisiones urgentes. Curiosamente la decisión de continuar abiertos o cerrados no está sobre la mesa, nos centramos en ¿cómo queremos tratar al personal de la asociación ahora que tenemos que prescindir de él? Podemos tomar dos decisiones, o ceñirnos a lo más estrictamente legal o actuar en consecuencia con los valores que se supone son la base de esta organización.
¿La respuesta? unánime, la segunda, y eso implicó decisiones muy fuertes que no solo comprometen el futuro de la asociación a corto plazo, hablamos de recursos personales de los responsables de la organización. Cualquier persona ajena a la entidad que estuviera presente no daría crédito a lo que estaba ocurriendo, el proceso de exposición de la situación, de planteamientos, análisis y resolución fueron espectaculares... una responsabilidad y consecuencia que devuelven, por lo menos en mi caso, mi poco a poco denostada fe en el ser humano.
En general es muy fácil tomar decisiones duras cuando la situación es grave y decir que no queda otra opción... pero poner sobre la mesa esa opción mirarla y decir (figuradamente) "tenemos que ser horados con la organización, con las personas que están en ellas y con nosotros mismos" y tirar para delante es de mucha calidad humana.
Hoy me puedo levantar a trabajar pudiendo mirar los ojos de los que sufren las consecuencias de la crisis de esta onl y decirles: la situación es grave, muy grave... pero como como podéis ver, el apoyo que dicen dar es cierto y así lo transmiten.
Buff... ver humanidad y honradez juntas en el mismo caso no abunda mucho... sobre todo cuando los costes son tan duros.
Pero creo que hoy hemos dormido todos un poco más tranquilos con nuestras conciencias... que no se nos olvide que eso es la base de todo, poder mirarnos al espejo viendo detrás el camino andado con la conciencia tranquila.
un esperanzado saludo
Sean MacGregor
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