Estando aun con escalofríos por lo sucedido esta semana con la "Flotilla de la libertad" y con la boca abierta porque aun sabiendo la impunidad con la que realiza acciones el estado de Israel me sigue sorprendiendo la falta respuestas contundentes que la comunidad internacional no duda en realizar e otros estados me propongo una pequeña reflexión.
I
Empiezo con una mención al último programa de REDES en el que hablan de la evolución de los estados modernos y donde proponen la eliminación de esos conceptos de países subdesarrollados, en vías de desarrollo y desarrollados para proponer un continuo de crecimiento entre países en evolución y países estancados. Así los países superdesarrollados no pueden hacer planes de crecimiento de su bienestar social (ese que estamos vendiendo para sostener el estado de bienestar... toma paradoja, voy a hacer lo mismo con mi coche, lo voy a vender para poder pagar su seguro) más allá de tres años, mientras que los países en crecimientos (antes en vía de desarrollo) tienen un horizonte en los anteriores: Suecia, Luxemburgo, etc (creo firmemente, y hablo en serio, en que existe una correlación absoluta entre tres factores que interactúan en mayor o menor medida en el superdesarrollo social: protestantismo, baja población y sociedades muuuuuuuuuy aburridas).
¿A que viene esto? pues que los países más desarrollados en su estado de bienestar están bastante perdidos y ese mismo estado amodorra a la sociedad y a su gobierno, vamos, que nos apijotamos y poco a poco, al no tener objetivos ponemos en riesgo el propio estado de bienestar que nos hace estar así.
Ejemplo al canto: el espectacular crecimiento económico y social de España en los años 60 y 70 tiene una relación directa con el crecimiento de la educación de la población en las dos décadas anteriores (50 y 60) y que por ende ofreció a la sociedad nuevos objetivos que permitían a sus ciudadanos romper el estado social de varias generaciones, como le dijeron a mi abuela, por mi padre: "ahora hasta los pobres pueden estudiar". Esta simple situación hizo que en un momento determinado se rompiera la línea de que una persona hiciera lo mismo que sus ascendentes (dependientes de la zona geográfica, en el caso de mi familia, como buenos descendientes de la zona de Ferrolterra, andaríamos por los astilleros, es decir supongo que al borde de mis treinta años estaría mirando mi prejubilación... en fin) y se generaran esos objetivos sociales que desembocaron en un estado de bienestar, que aunque con muchos peros, es la envidia de nuestro entorno.
II
El desarrollo social de la población hace que el propio sistema político deba cambiar, no la democracia en sí (me refiero a la evolución en mi entorno más cercano) sino en como esta se articula. Un día en una discusión con mi abuelo este me dijo "como se nota que naciste en democracia", no creo que sea consciente de lo que me calaron estas palabras. Ver imágenes de las segundas o terceras elecciones democráticas españolas y ver las actuales denotan el cambio profundo de nuestras sociedad, de todo tipo: asentamiento de la democracia, perdida de cierta inocencia cara este sistema político,... pero que solo es es posible si la población tiene cierto grado de madurez que otorgan dos factores: paz y educación (de hecho creo que estos fueron los motivos del fracaso de la II República española y que sí se dieron entre 1975-1981).Así que, estas ideas liberadoras de que todos los estados deben ser democráticos deja mucho que desear y muchas lagunas. Desde luego es el menos malo, y muchos países pueden explicar sus experiencias al respecto. Y que existen muchos modelos de democracias, Israel es un ejemplo de estado que nació como república y en ese sentido su funcionamiento se asentó perfectamente desde el mismo inicio, pero el comportamiento con sus disidentes (internos y externos) es poco democrático (bueeeeeno sí, NADA democrático)
Pero es que la mayoría de las personas que iban en la Flotilla de la Libertad pertenecen a países donde a la población se le nota que ha nacido en democracia, están acostumbrados a la libertad de expresión, a la educación y a ser críticos con sus propios gobiernos (en Israel también, que no se quedan cortos) con lo que es absurdo pensar que si un estado decide quedarse calladito ante lo ocurrido esta semana su población va a obedecer. Para muestra un botón: la flotilla se ha reorganizado y volverá a intentar llegar a Gaza.
Y no se espera menos, es más, deberíamos sentirnos orgullosos de que de nuestras sociedades genera personas con unos valores tan asentados que nos les hagan cejar en sus objetivos incluso cuando no estamos de a cuerdo con esos valores (es la otra cara de la democracia y del bienestar, es intrínseca al sistema).
En fin... lo de siempre, espero no haber sido muy pesado
Sean MacGregor
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