hola!
El hecho de escribir ideas en un blog es un procedimiento extraño, si lo que quiero es exponer algo y darle vueltad de una forma ordenada y sin salirme de madre requiere un trabajo considerable.
Es decir, que no es solo sentarse aquí y teclear (conozco casos peores, bueno, solo uno, que lo escribe a mano y luego lo transcribre... qué moral, por dios) me refiero a tener que leer... y mucho. Saber en qué libro he leído algo, o en que web lo había encontrado, etc. no es complicado, por ahora de memoria bien... pero hacer la referencia es otra cosa.
Así que me he puesto a leer y releeer muuuuuuchas cosas y la verdad, metido en el asociacionismo y acción social desde los 15 años se van acumulando muchas cosas y lo que en su momento era revelador ahora no es que esté trasnochado, es que no estoy nada de acuerdo.
Repito, el ejercicio de escribir y ordenar es divertido, trabajoso y muy necesario.El hecho de escribir ideas en un blog es un procedimiento extraño, si lo que quiero es exponer algo y darle vueltad de una forma ordenada y sin salirme de madre requiere un trabajo considerable.
Es decir, que no es solo sentarse aquí y teclear (conozco casos peores, bueno, solo uno, que lo escribe a mano y luego lo transcribre... qué moral, por dios) me refiero a tener que leer... y mucho. Saber en qué libro he leído algo, o en que web lo había encontrado, etc. no es complicado, por ahora de memoria bien... pero hacer la referencia es otra cosa.
Así que me he puesto a leer y releeer muuuuuuchas cosas y la verdad, metido en el asociacionismo y acción social desde los 15 años se van acumulando muchas cosas y lo que en su momento era revelador ahora no es que esté trasnochado, es que no estoy nada de acuerdo.
Hace un par de semanas estuve dando un curso (aqui es donde me voy de pedante) sobre asociacionismo y participación social. En este curso insistí hasta la saciedad de la necesidad de dejar cosas por escrito. La mayoría, de los que me escuchaban, lo entendieron por el lado defensivo, es decir, si dejamos las cosas por escrito después no me puedes decir que no dije esto en lugar de lo otro y etc, etc, etc.
Para mi sorpresa nadie lo entendió como método de trabajo y optimización de nuestros recursos (aunque solo sean los recursos mentales), la verdad es que andamos a la defensiva.
Si lo que yo quiero hacer lo presento por escrito (por simple que esto parezca) me pasará lo siguiente:
- Pasar de una idea que ronda por la cabeza a palabras es más complicado de lo que parece. Que se lo digan a los que se ganan la vida comunicando: escritores, periodistas, profesores, etc.
- Que mi esquema mental de ver las cosas no se tiene que corresponder con el de los demás. Un claro ejemplo de esto se refleja en la necesidad que tuve ayer de explicar y analizar un concepto como el de democracia.
- Encuentras que cada idea tiene muchas lagunas y no es tan mágica.
- Puedo encontrar que mi idea es una auténtica ida de olla que no vale absolutamente para nada.
Otro ejemplo: Estas personas pertenecen a entidades dónde encuentran problemas para incorporar jóvenes a las organizaciones (problemas de muy diversa índole, en algunas hay jóvenes que participan de las acciones pero no quieren tomar decisiones y en otras simplemente no hay jóvenes). Les hice juntarse por grupos y analizar la situación de manera que me sacaran unos objetvos y acciones posibles para solucionar eso.
El resultado fue muy variopinto y no merece explicarlo a fondo, pero me quedo con la exposición de uno de los grupos: como solución a la participación de los jóvenes en la asociación proponemos fomentar su participación en las actividades". Ojo, como intención y redactado de otra manera es un objetivo, pero es que esto es la acción, SE OLVIDARON DEL CÓMO.
Y lo mejor es que se dieron cuenta, despues de estar discutiendo entre ellos, cuando lo expusieron en público al resto de los compañeros.
Este ejemplo no es para ridiculizar a nadie, todo lo contrario, la cara de la que lo expuso fue la mejor conclusión: analizaron tanto problemas y vieron que había que incluír a la juventud en las actividades que se olvidaron en ser operativos y de decir que querían hacer exactamente para ponerse manos a la obra.
Lo mejor que me pasó en ese curso: tener que exponer ordenadamente conceptos generales y concretos y darme de bruces con que las personas que tenía delante veían las cosas de forma diferente. No solo les ocurrió a ellos.
De todas formas, tanta página que leer al final del día hace que lo que mi cabeza pida sea una peli y que no me haga pensar mucho.
un saludo
Javier Hermida