Hola a todo el mundo!
En fin, ya dije en andando por el mundo que medio andaba de vuelta. Ni que decir tiene que si mi ausencia ha sido por motivos laborales (exceso de laborales) lo de ir a ver cosillas por lo el mundo adelante es mas bien imposible.
Pero lo que si me ha suscitado este trimestris horribilis (supongo que estará mal declinado, no es que el latín sea mi fuerte) es un montón de reflexiones sobre las labores de un trabajador social en el ámbito de las organizaciones no lucrativa(ONL) y el comportamiento humano.
Y todo esto para decir que en borradores del blog debe haber empezadas así como siete u ocho entradas que no he llegado a terminar y que en ellas comentaba valoraciones mías sobre el trabajo con ONLs. El principal motivo de no pulsar, en algunos casos, el botón de publicar entrada era que advertía demasiada carga personal en los contenidos.
Es decir, que si bien no tengo especial problema en analizar, evaluar y en su caso alabar o criticar actuaciones (sobre todo criticar que para eso soy gallego) en estos casos la vinculación personal era tan evidente que no podría negar que más que una valoración o un análisis era un válvula de escape... y no precisamente para alabar.
Así que las entradas fueron quedando ahí paradas con intención de repasarlas (la intención es lo que cuenta ¿no?) y la parte de desquité se la dejé a la Estrella Galicia y a la jefa (pobre, lo que tiene que aguantar, estoy por poner publicidad en el blog para pagarle un psicólogo).
No todo eran críticas, también me propuse escribir sobre unas actitudes tan positivas que son dignas de mención, pero se ve que la parte del enfado ganaba.
Nada... en resumen, que o me pasaba de rosca en lo malo o hacía daño a algo bueno, así que para no arrepentirme de lo escrito hice caso a Hipócrates en lo de ante todo no hacer daño y me quedé quietecito.
Ahora bien, no puedo dejar pasar una ocasión como esta para sacar en limpio algo... un poco de tiempo, estructura y algo pondré; que de todo se aprende.
Con quien no me voy a cortar un pelo es con ese monstruo llamado Xunta de Galicia, que (atentos todos que lo que voy a decir es la leche) MENOS MAL QUE LOS FUNCIONARIOS COLABORARON, porque las órdenes que recibieron fueron la leche. No me puedo creer la gestión que se está haciendo de las ayudas públicas y de un cumplimiento Guadiana (ahora está ahora desaparece) de la ley de subvenciones... los estoy mirando mal, así con el ceño fruncido y mirando de lado.
Nos seguiremos leyendo por aquí,
salud y buenos alimentos
En fin, ya dije en andando por el mundo que medio andaba de vuelta. Ni que decir tiene que si mi ausencia ha sido por motivos laborales (exceso de laborales) lo de ir a ver cosillas por lo el mundo adelante es mas bien imposible.
Pero lo que si me ha suscitado este trimestris horribilis (supongo que estará mal declinado, no es que el latín sea mi fuerte) es un montón de reflexiones sobre las labores de un trabajador social en el ámbito de las organizaciones no lucrativa(ONL) y el comportamiento humano.
Y todo esto para decir que en borradores del blog debe haber empezadas así como siete u ocho entradas que no he llegado a terminar y que en ellas comentaba valoraciones mías sobre el trabajo con ONLs. El principal motivo de no pulsar, en algunos casos, el botón de publicar entrada era que advertía demasiada carga personal en los contenidos.
Es decir, que si bien no tengo especial problema en analizar, evaluar y en su caso alabar o criticar actuaciones (sobre todo criticar que para eso soy gallego) en estos casos la vinculación personal era tan evidente que no podría negar que más que una valoración o un análisis era un válvula de escape... y no precisamente para alabar.
Así que las entradas fueron quedando ahí paradas con intención de repasarlas (la intención es lo que cuenta ¿no?) y la parte de desquité se la dejé a la Estrella Galicia y a la jefa (pobre, lo que tiene que aguantar, estoy por poner publicidad en el blog para pagarle un psicólogo).
No todo eran críticas, también me propuse escribir sobre unas actitudes tan positivas que son dignas de mención, pero se ve que la parte del enfado ganaba.
Nada... en resumen, que o me pasaba de rosca en lo malo o hacía daño a algo bueno, así que para no arrepentirme de lo escrito hice caso a Hipócrates en lo de ante todo no hacer daño y me quedé quietecito.
Ahora bien, no puedo dejar pasar una ocasión como esta para sacar en limpio algo... un poco de tiempo, estructura y algo pondré; que de todo se aprende.
Con quien no me voy a cortar un pelo es con ese monstruo llamado Xunta de Galicia, que (atentos todos que lo que voy a decir es la leche) MENOS MAL QUE LOS FUNCIONARIOS COLABORARON, porque las órdenes que recibieron fueron la leche. No me puedo creer la gestión que se está haciendo de las ayudas públicas y de un cumplimiento Guadiana (ahora está ahora desaparece) de la ley de subvenciones... los estoy mirando mal, así con el ceño fruncido y mirando de lado.
Nos seguiremos leyendo por aquí,
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